FUNERARIAS DE MASCOTAS

Las funerarias de mascotas son un negocio en auge en España, donde las incineraciones de mascotas (que forman parte de la familia como uno más) se han multiplicado por cinco en estos últimos años. 
Hay varias empresas de este tipo a lo largo y ancho del país, las cuales cuentan con diversos servicios: recogida en el hogar o en la clínica, incineración, entierro, catálogo de urnas o ataúdes, certificación de defunción oficial, huellas mortuorias en escayola pintadas, apoyo psicológico...
Algunos cuentan con cementerio particular y otras muchas solo con incineración, la cual puede ser colectiva (yendo las cenizas a una fosa común, sin posibilidad de recuperación) o individual (cada animal es incinerado individualmente y sus cenizas son regresadas al propietario en una urna de su elección). 

Un proceso sencillo que, con el apoyo de los responsables de estos centros, se hace más llevadero. El precio varia mucho según las características del animal (hay que advertir que no todos son aptos para este proceso), la urna o los extras; tal y como sucede con algunos servicios funerarios para humanos. El mínimo suele rondar en los 180 euros (con la urna, la recogida, entrega, huella de escayola y el certificado oficial incluido), pero para saberlo exactamente lo mejor es hablar con la propia funeraria o con las clínicas que colaboren con ella. Si se desea que su mascota descanse en campo santo los precios varían desde 350 euros hasta 5000 euros. 
Algunas dan la posibilidad de asistir a la cremación (a través de un cristal de seguridad). En lo que respecta a las urnas se pueden encontrar de varios materiales: arcilla, porcelana, madera, biodegradables (para su entierro en casa, obligatorio por ley que antes esté incinerado) o artísticas; y en el caso de las tumbas hay según el precio: con lápida limpia o escrita, más discretas o en lugares privilegiados...